Inicio


EL HILO CONDUCTOR:

Las manos como una forma de contar historias







En el corazón de la Ciudad de México se halla una zona de intercambio y transformación constante: La Ciudadela, organismo vivo, siempre evolucionando y adaptándose a las circunstancias. 
Desde antiguas tabaquerías y artillerías hasta coloridos mercados de artesanías, cada edificación es un recordatorio del poder creativo y destructor de las personas que han habitado el área. Este potencial humano se apoya de las manos no solo como la herramienta primordial con la que damos forma a nuestras vidas, sino también como un símbolo de trabajo, esfuerzo y apoyo incondicional. Así, las manos han tejido historias de generación en generación, creando un tapiz de tradiciones y cultura que enriquece el alma de La Ciudadela; donde el cambio a través de la destrucción y reconstrucción es una constante que nunca dejará de suceder.
Al recorrer sus callejones y sus antiguas edificaciones podemos sentir la presencia de aquellos que nos precedieron. Cada piedra, cada rincón, cada suspiro de viento entre los árboles, nos susurra historias de vidas pasadas que se entrelazan con la nuestra. Entre las muchas cosas que se quedan tras este proceso existe un sentimiento de memoria colectiva, donde cada historia personal contribuye a enriquecer el imaginario colectivo de esta área multicultural. Es un recordatorio de que somos parte de algo más grande, de una historia compartida en la que cada par de manos se une a una red de diversas generaciones que han dejado su huella en la memoria de La Ciudadela



Manos que Tejen el Tiempo: La Ciudadela entre Construcción y Destrucción es una instalación multimodal que tiene como objetivo funcionar como un expediente sensorial que invita al espectador a reflexionar sobre la dualidad de la contrucción y la deconstrucciónn en el proceso de desarrollo de la Ciudad de México. A través de la combinación de elementos visuales, auditivos y táctiles, esta instalación pretende sumergir al público en un viaje emocional y cognitivo que cuestiona nuestra percepción del tiempo y del entorno de la ciudad. Manos que Tejen el Tiempo busca explorar las complejidades de la historia, desafiando las nociones tradicionales de progreso y ruina. Esta obra pretende ser un recordatorio de la interconexión entre el pasado, el presente y el futuro, celebrando la belleza efímera de la creación del mexicano y la inevitable huella del paso del tiempo en la Ciudad de México.